Muy rápido de preparar y muy fácil, y sin embargo queda muy bonito para presentarlo cuando tengáis invitados y poco tiempo para preparar un entrante. Os doy una sugerencia básica pero podéis darle mayor nivel al plato utilizando tomates raff y mozarella fresca de búfala en vez de tomate normal de ensalada y queso de burgos.
Ingredientes (para 2 personas):
6 obleas pequeñas de empanadillas
2 tomates de ensalada
queso de burgos (2 pequeños o 1 mediano)
1 rama de albahaca fresca
20 piñones
aceite de oliva
1 lata pequeña de aceitunas negras sin hueso
orégano
sésamo tostado
sal
En un cuenco mezclamos una cucharada de orégano, una cucharadita pequeña de sésamo tostado y una pizca de sal y reservamos. Si no tenéis sésamo, hacedlo solo con orégano y sal.
Precalentamos el horno a 180 grados y ponemos las obleas de empanadillas estiradas. Las untamos con un poquito de aceite de oliva y las espolvoreamos con la mezcla anterior. Lo ponemos en el horno a 180 grados durante 13 minutos (hasta que se hayan dorado).
Mientras se doran, preparamos el aliño triturando en un vaso de batidora: la rama de albahaca, los piñones, una pizca de sal y 6 cucharadas soperas de aceite de oliva. Reservamos.
Retiramos las obleas y montamos el plato justo a la hora de servir (ver foto):
en la base ponemos una oblea
encima una o dos rodajas finas de tomate
encima unas lonchas finas de queso de burgos
regamos con una cucharada sopera de aliño
otra capa de tomate
otra oblea
otra capa de tomate
otra capa de queso
regamos de nuevo con aliño
otra capa de tomate
una oblea para terminar.
Repetimos el mismo proceso para el segundo plato. Sobre la última oblea de cada plato colocamos unas rodajas de aceitunas negras y regamos de nuevo con el aliño.
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